domingo, 20 de octubre de 2013

Soneto 116



Permitid que no admita impedimento
Ante el enlace de las almas fieles
No es amor el amor que cambia siempre por momentos
O que a distanciarse en la distancia tiende.

El amor es igual que un faro imperturbable,
Que ve las tempestades y nunca se estremece.
Es la estrella que guía la nave a la deriva,
De un valor ignorado, aún sabiendo su altura.

No es juguete del Tiempo, aun si rosados labios
O mejillas alcanza, la guadaña implacable.
Ni se altera con horas o semanas fugaces,
Sino que aguanta y dura hasta el último abismo.

Si es error lo que digo y en mí puede probarse,
Decid, que nunca he escrito, ni amó jamás el hombre.

William Shakespeare   

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