jueves, 20 de enero de 2011

Prólogo

Tengo tantas cosas que decir que no sé ni por dónde empezar. Empiezo este blog como un diario abierto. Un lugar en el que volcar mis reflexiones. Reflexiones  fruto de confidencias entre amigos, tertulias de bar, partidas de cartas en familia, momentos de silencio e introspección y noches de insomnio, en las que los pensamientos se oyen más altos que la propia voz.
Como escribía Fray Luis de León, a veces es necesario escapar del “mundanal ruido”, apartarse del mundo, pararse a pensar, a pensar en uno mismo. La mayoría del tiempo vivimos sumidos en el alboroto, poseídos por el frenesí de la vida diaria sin darnos cuenta de que cada día entraña una lección.
Como dice mi padre: entre correr y parar, lo mejor es descansar.
Descansemos pues.   

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